¿Has probado a dormir alguna vez en una cueva? ¿Y en un hotel romántico? ¿Sabes que existen pensiones ambientadas el Medievo? ¿O que existen hospederías en las que puedes compartir paseos y meditaciones con monjes de distintas ordenes?
Las posibilidades son prácticamente infinitas. Da igual que imagines o con qué típo de alojamiento sueñes, seguro que existe y seguro que lo encontrarás en estas notas que estamos elaborando para ti.
Como ya hemos señalado en el anterior epígrafe (véase el apartado Introducción) nuestros viajes tienden a ser profundas experiencias, cada vez más íntimas, personales y profundas, en función de nuestros gustos.
Nuestro alojamiento tiene que estar a la altura de nuestras espectativas e incluso aportarnos algún tipo de vivencia o experiencia con el fin de enriquecer nuestras vacaciones. Se trata, como ya hemos dicho, de lugares singulares, románticos, aquellos que se alejan de lo corriente y normal. Lugares en definitiva que nos permiten experimentar y sentir al través algún valor añadido.
Debido a la fragmentación cultural de España y a la cohesión y convivencia de distintos pueblos a lo largo de la historia, nuestro país supone un verdadero crisol de culturas que, a la postre, han determinado una idiosincrasia definida, propia y particular, según el lugar que visitemos.
Cada región de España posee, debido al hecho anterior, una seríe de viviendas típicas o particulares, en función también por el tipo de clima y tipología climática. Son los que convendremos en llamar lugares singulares o especiales.
Puede ocurrir, también que la intención del dueño o gerente del establecimiento, nuestro hostal o pensión adquiera unos tintes románticos, históricos, etc al través de distintos trabajos de investigación y ambientación.
A lo largo de los distintos artículos vamos a ir señalando algunos de esos lugares singulares. Sitios especiales, diferentes y únicos. Hoteles con encanto, lugares que más allá de lo funcional pueden aportarnos una experiencia más profunda, un valor añadido que completará una estancia única y digna para el recuerdo.
En este epígrafe queremos al menos citar, para que sea más dicdáctico, una breve tipología de esos tipos de hoteles singulares, hostales con encanto o alojamientos que, sin lugar a dudas, se salen de lo normal. Estos son los principales grupos de edificios u hospedajes que se pueden calificar como "singulares".
- Casonas tradicionales de cada región. Lugares ambientados según la cultura del lugar. Muchos de ellos enclaustrados entre montañas o con impresionantes vistas al mar. Suelen ser de naturaleza rural. Suelen ser palacetes o antiguos edificios reformados y actualizados en cuanto a confort y prestaciones para el uso turísticos. Cortijos, Pazos, Casonas Asturianas o casas tradicionales vascas, son solo el ejemplo de algunos de estos edificios.
- Cuevas. En especial este tipo de construcciones habilitadas como alojamientos singulares, suelen encontrarse en el Sur de España. Especialmente en Granada y Córdoba. Han sido adaptadas, de nuevo, a las necesidades modernas. Existen casas-cueva con luz, con baño, con chimena e incluso con piscina.
- Posadas Reales. Sobre todo se encuentran estos edificios en el corazón de los antiguos reinos de Castilla. Son lugares históricos que se articulan históricamente. Su arquitectura suele ser original y con una ambientación muy lograda. De gran riqueza histórica. Ideal para los amantes de la historia y para conocer nuestro pasado.
- Alojamientos gastronómicos o vinícolas. Son alojamientos que se articulan en unos servicios determinados. El valor añadido será siempre la calidad de sus comidas o sus caldos. Una verdadera experiencia en todos los sentidos. En este punto podemos citar a modo de ejemplo los alojamientos de la Rioja, donde se articula todo en relación a la cultura vinícola.
- Hospederías. Lugares idóneos para el relajo y la reflexión. En este caso y dentro de este grupo podemos citar alojamientos como monasterios que abren sus puertas para que pernocten visitantes, conventos, antiguos molinos o determinados edificios medievales. En este caso la ambientación es menor que en otros alojamientos, ya que en este grupo se prima el sosiego, el relajo y una concepción de vida casi mistica y espiritual.
- Paradores. Son antiguos palacios ambientados y reconstruidos con el fin de ofrecer alojamiento y posada al cansado turista. Están diseminados por todo el territorio español. Suelen ser espacios exclusivos, donde se cuida al milímetro cada detalle. Suelen ofrecer servicios culturales y una gran variedad de actividades.
- Pensiones. Lugares económicos, muy funcionales, casi siempre en el centro de las grandes ciudades. Tienen la ventaja de ser alojamientos muy económicos y tener una ubicación privilegiada con respecto al centro. Algunas de estas pensiones, además, tienen gran carga simbólica por cuanto pueden ser edificios históricos y con profunda raigambre social y cultural en la ciudad Es el casto de la Pensión Bohemia, en Sanlucar de Barrameda.
- Casas sobre los árboles. Una nueva modalidad de hospedaje que está cobrando cada vez más fuerza por su originalidad y por el contacto con la naturaleza que ello supone. Son casas de madera suspendidas en los árboles, totalmente respetuosas con el medio ambiente. Una experiencia única para quienes gustan de lugares románticos, cenas a la luz de las estrellas y un contacto muy directo con la naturaleza. Son lugares con todas las prestaciones y confort necesarios.
- Otros. Dentro de este grupo podemos englobar cualquier idea, por peregrina que parezca, relacionada con nuevos métodos e ideas para el hospedaje y alojamiento de los que gustamos de hacer turismo. A modo de ejemplo citaremos la Casa de cristal que podemos encontrar en el Desierto de Jarafe, Granada o la estancia en una caravana circense sin olvidarnos de lugares tan curiosos como en unos contenedores de transporte maritimo.
