En pleno corazón de Andorra, en
un lugar donde las nieves son casi perpetuas durante todo el año y la
naturaleza nos muestra su cara más intensa y a veces complicada, se levanta en
un pequeño valle una atípica construcción: una especie de montículo de nieve,
con puerta, rodeado de unas banderas a modo de marcadores del lugar: se trata del llamado Iglú Village, un lugar donde podemos alojarnos y disfrutar de algo tan único como la alta montaña, con todas las comodidades que necesitemos.
Si. Estamos hablando de la
posibilidad de pernoctar una o varias noches en un iglú de verdad. Se trata,
como ya hemos señalado en el título, del Igloo de Village, en lo más inospito
de Andorra.
Este hotel de nieve permanece
abierto durante las épocas de nieve en la montaña, por lo que si queremos
experimentar esa sensación única debemos realizar la reservar con meses de
antelación.
En realidad el lugar viene
definido como una “aldea-iglú”. Es un
lugar que se levanta y se refuerza y se reedecora con el advenimiento de cada
estación de nieves y, cada vez más, este lugar tiene más demanda. Muchos de los
que hemos conocido tan singular experiencia, hemos repetido.
Es un lugar increíble. El Iglú
Village está a dos horas y media de Barcelona. Además de la propia construcción
en sí, hemos de hablar de un maravilloso entorno natural de silencios y unas
vistas de distintos valles increíbles. Desde este lugar se pueden realizar
distintas rutas de ascensión a montañas cercanas, superiores a los 2.400 metros
o descender a pie hasta el pueblo más cercano.
En realidad el del Iglú Village
es un concepto muy novedoso. El interior de la vivienda-iglú está dotado de
todo tipo de comodidades. El acceso, desde el pie de la montaña, aunque largo,
es relativamente accesible.
Como decíamos, el interior nada
tiene que ver con lo que podamos imaginar. Se trata de un iglú, de una casa
bajo toneladas de nieve con todas las comodidades que podamos pensar. Tiene
baño, luz y distintas habitaciones, para preservar nuestra intimidad.
En relación a todo lo anterior,
señalar también que esta vivienda bajo la nieve cuenta con espacios amplios y
techos altos. Perfectamente podemos entrar 5 o 6 personas y tomar un almuerzo
en la mesa de roble del comedor.
Además, hay un servicio de
atención y vigilancia que velan por que todo esté bien y no tengamos ningún
susto. De hecho es un lugar totalmente seguro. Hasta el Iglú Village suelen
acudir familias completas con hijos pequeños.
Comentar en este punto que,
además de lo pintoresco del paisaje, de lo singular de las sensaciones y de lo
especial del lugar y los parajes, podemos asistir a unos atardeceres y unos
amaneceres increíbles, de cuento.
Señalar, por último,n que solo se nos
pedirá ser responsables y cuidar el medio ambiente. Dejar todo como lo
encontramos. Ser cuidadosos con el medio ambiente, en definitiva.
Así es Iglú Village, una pequeña
gran sorpresa en mitad del corazón nevado de los Pirineos, un lugar apto para
todos en el que podemos ver, vivir, sentir y valorar otros tipos de vida y
otros tipos de naturaleza, la naturaleza de la alta montaña, sin peligro
alguno.
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