¿Has soñado alguna vez dormir en una cueva? Sí. Una cueva,
por muy poco dinero, sin renunciar a la comodidad de una cama o un baño. Si
quieres saber más sobre la singular experiencia de dormir en una cueva, bajo
tierra, aquí te cuento cómo.
Quizá uno de los lugares más singulares, más especiales en
los que podemos pernoctar es en una cueva. Una cueva-hotel original. Este tipo
de viviendas proliferan, sobre todo, por el Sur de España.
Suelen ser en ambientes rurales,
en las provincias de Granada y Córdoba donde mayor proliferación tienen este
tipo de "hoteles o casas subterráneas”. Unos lugares abrigados y cálidos en invierno y
frescos y agradables en invierno.
En este caso vamos a hablar de
Casa Cueva Lopera, en la provincia de Granada. El pueblo de Lopera es un pueblo
rural próximo a Granada, Guadix o Sierra nevada.
En este caso, como fue
tradicional en esta región, para aprovechar los desniveles del terreno, se
crean habitáculos, cuevas o casas cueva en el interior de la montaña.
Originalmente fueron viviendas de trabajadores, de personas dedicadas al campo
con escasos recursos.
En la actualidad, este tipo de
edificios, las cuevas-vivienda convertidas en hostales, cuentan con todas las revisiones oficiales y han sido declaradas
actas para el uso de hospedaje.
En Casa Cueva Lopera, disponemos
de dos cuevas para poder pernoctar y disfrutar de estos lugares bioclimáticos,
con temperatura constante. Cueva Olivo y cueva Margarita, son las viviendas
subterráneas de las que podemos disfrutar.
Ambas están ubicadas en el
nacimiento del río Fardes, en la población de Lopera, Granada, como ya hemos
señalado anteriormente. Están a una altitud de 1200 menos. Rodeadas de un
excepcional paisaje natural y de abundantes manantiales de agua, son lugares
especiales que ofrecen todo tipo de posibilidades para cualquier tipo de
actividad que nos guste: bien sea cultural por la proximidad a núcleos
históricos como Granada, o para todo
tipo de actividades relacionadas con el deporte y el aire libre, así como en
actividades vinculadas con la naturaleza.
Las cuevas han sido excavadas en
la roca de manera totalmente artesanal. Cuando cruzamos la puerta, nos
adentramos en un espacio singular, único que, al principo y acostumbrados a las
casas, puede dar cierta sensación limitación recogimiento o claustrofobia, pero
instintivamente y en pocos segundos cualquier atisbo negativo se nos pasará.
Las cuevas, como señalábamos
anteriormente, han sido excavadas a mano, con pico y pala. Son espacios únicos con muchas historias en su haber, alejados de todo tipo de masificación o molestias provocadas por el
paso constante de personas. En este lugar y en estas viviendas-cueva solo encontraremos recogimiento,
tranquilidad y lo pintoresco de los paisajes y de nuestra casa-cueva de la que
disfrutaremos y en la que podremos descansar sin ruido alguno.
Las comodidades de estas
“casas-cueva” son plenas, así mismo el confort y las prestaciones son idénticas
a las de un hotel al uso. Cada una de
las cuevas que nos ocupan disponen de baño, cocina, agua corriente, luz…
incluso en alguna de sus habitaciones, por la disposición y la configuración de
la propia cueva, podemos contar también con luz natural proveniente de una
ventana.
Un lugar, no cabe duda, distinto,
Las cuevas de Lopera, en la hermosa sierra granadina, espacios y lugares,
marcados por una historia singular y unas sensaciones únicas y distintas a
cuantas hemos podido experimentar.
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