Cruzar la puerta de este lugar es
abandonar el bullicio, el tráfico, el calor y las prisas de los viandantes para
adentrarnos en unos coquetos espacios decorados y ambientados al más puro
estilo sevillano.
El propio nombre de esta mágica
pensión es toda una declaración de principios. En este singular hotelito situado en lo
más auténtico de Sevilla, podemos sentirnos verdaderos marqueses al través del
trato, las coquetas ambientaciónes y los servicios que este lugar pone a nuestro
alcance.
Ubicado a escasos 15 minutos del
conjunto monumental del Sevilla y a unos 10 minutos andando del Barrio de Triana,
éste, por su próximidad a los más importantes eventos de Sevilla, es uno de los mejores lugares para visitar la ciudad a pie y disfrutar de
cada detalle de la engalanada Sevilla.
En sí mismo el edifico es un
monumento. Un homenaje a la tradición, las formas y las costumbres sevillanas.
Estructuralmente La Parada del Marqués es una típica casona sevillana
articulada en torno a tres pátios típicos con abundante vegetación y fuentes. En dichos patios podremos degustar
excepcionales desayunos sin prisa e imbuidos por el canto de los pájaros.
La filosofía de la Parada del
Marqués es que los que visitamos sus espacios nos podamos sentir como
auténticos marqueses sevillanos. Para ello la casa fue rehabilitada en los años 80,
devolviendo su antiguo explendor a lo que fue, en su día, un caserón
nobiliario de la nobleza suereña.
Destaca una decoración y por tanto una ambientación eclépticas.
En sus espacios, tanto privados como comunitarios, podemos encontrar muebles
antiguos castellanos, con otros que presentan claras concomitancias
árabes.
De tal modo, tras lo dicho, a
poco que nos fijemos nos llamará la atención la perfecta armonía de líneas y el
equilibrio de espacios, tanto en las habitaciones como en los lugares de
tránsito o espera. Dicha ornamentación y ambientación viene, además, adecuada a
la comodidad de hoy día. El establencimiento, logra una perfecta simetría, de este modo, entre lo tradicional singular de espacios y lugares con lo funcional.
Habitaciones climatizadas,
aislamiento térmico y últimas tendencias de diseño en el aprovechamiento de
espacios y lugares, hacen de este edificio un lugar, un hostal donde la magia,
la singularidad de todo lo que podemos ver y sentir combina a la perfección con
la comodidad y el confort que, tras un día de visita a ciudad imperial de Sevilla, podemos llegar a
necesitar. El aislamiento es absoluto.
Diremos, además, que la mayoría
de las habitaciones poseen terraza privada o hermosos miradores, desde los que podemos observar
maravillosos atardeceres y sentir la magia, el duende que tiene Sevilla durante
todo el año.
También destacan las soverbias
balconadas al estilo mozárabe que presenta el edificio en varias habitaciones
las cuales, junto a los patios ya comentados anteriormente, hacen de la Parada del
Marqués un lugar único con espacios singulares repletos de magia y un profundo
y enigmático encanto.
Señalaremos por último la
existencia de un artesonado en el techo reformado pero original del S. XVI, sin
olvidarnos de los suelos labrados a mano según manda la tradición árabe,
cultura que tanto poso ha dejado en esta ciudad
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