Ubicada en la comarca de las
Tierras Altas de Soria, a escasos kilómetros de la provincia de La Rioja, nos
encontramos con un pequeño pueblo que parece haberse detenido en el tiempo. Se
trata del pequeño e histórico pueblo soriano de Bretún.
A unos pocos kilómetros, dentro
del término municipal del anteriormente citado pueblo, nos encontramos un hostal con encanto, un
lugar mágico y distinto a cuantos podemos imaginar. Para describir este pequeño
y coqueto hotel quizá debemos pensar en antiguos cuentos en los que se nos describen edificios labrados en
piedra, con ventanas en arco y de gruesos sillares. No existe mejor descripción.
Casa de la Peña se encuentra
ubicado a las afueras de Bretún a escasos 6 kilométros. Es un edificio de
piedra. En origen antiguo convento que, con los años y las vicisitudes del tiempo
ha ido ocupando distintas utilidades. En los años 70 pasó a manos
particulares y desde los 80 es uno de esos lugares con encanto, rodeados de
montañas e historia. Un lugar especial en el que cada silencio o cada soplo de
brisa puede hacernos evocar hondas sensaciones.
Esta posada mágica está en un
antiguo cruce de caminos medieval. Antaño se comunicaba a través de esta vía la
meseta castellana con los belicosos reinos norteños.
Desde Casa de la Peña nos quedan
cerca lugares tan importantes como Soria capital o toda La Rioja.
Por otro lado, si lo que nos
gusta es el detalle de la intrahistoria, podemos detenernos, por ejemplo en el
propio pueblo de Bretún, a unos 6 kilómetros, como ya hemos señalado
anteriormente.
Es un pueblo medieval. Toda su
arquitectura se basa en la piedra de las fachadas y las cubiertas, junto a la
madera a través de las grandes vigas y artesonados que sustentan vetustos
edificios.
El color de la piedra, la
sensación de estar en otro mundo, junto con la certeza de pisar otros tiempos
al través de sus callejas angostas y empinadas, concibe una belleza antigua y enigmática.
Una sensación de estar caminando por los mismos lugares que antaño recorrieran
soldados castellanos en su intensa lucha contra los musulmanes, durante la
reconquista.
El origen de Bretún data
precisamente de los años de la reconquista cristiana. Testimonian las crónicas que dicho pueblo
fue una fortificación militar que, con el tiempo, desapareció para dar paso a la
hermosa Iglesia de San Pedro, la cual guarda hermosos y antiguos relieves
medievales.
Además de los espacios, de los
lugares y las ambientaciones que Casa de la Peña nos brinda, también estamos a
un paso de diversos yacimientos mineros de época romana, o la existencia de un
par de yacimientos de dinosaurios.
Casa de la Peña es una pensión
con encanto, con una magia medieval imposible de describir. Entre sus góticos
doseles y sus artesonados de tiempos pretéritos podemos disfrutar de todos los
servicios que necesitemos y, además, un mágico jardín, piscina, biblioteca de
códices y libros antiguos y distintas colecciones de pintura.
En este mágico lugar, el caminante encontrará no solo el descanso, sino que también podrá sentir como antiguas historias, viejas consejas y olvidadas leyendas van, poco a poco tornandose más reales.
Merece la pena pasarnos y hospedarnos en este singular hotelito y sentir que aún hoy es posible que sueños y silencios se tornen en espacios y lugares cargados de sensaciones y últimas formas de latir y sentirnos latidos.
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