Es un concepto singular y único, ya hemos dicho. A través de
unos cuidados espacios interiores y exteriores, el Hotel Mar de la Carrasca
dispone de distintos edificios autónomos, a modo de casa rural, para que
participemos en lo que quizá es un estilo de vida, una filosofía profunda de
cuanto nos rodea y la importancia del respeto de los lugares y del aporte de
éstos sobre la persona y su mente.
Al través de sus distintas
construcciones, sostenibles y en plena armonía con los lugares, se busca una sensación única y distinta en
quien habita en estas minimalistas casas-hotel. La majestuosidad de las
montañas, lo intenso de los bosques y la gradación lumínica del sol y las
estaciones van germinando en unas sensaciones únicas propias para quien tiene
la capacidad de sentir y experimentar el detalle de cada variación, cada cambio
o cada sensación .
Sin desdeñar un gusto exquisito
en la ambientación de cada casa, apelando a un estilo minimalista y
equilibrado, el Hotel Mar de la Carrasca viene a proponer, a través de sus
actividades y su esencia, una nueva forma de existir basada en lo natural.
La experiencia directa de los
ciclos naturales a través de distintas actividades realizadas, la comunión
entre persona y naturaleza mediante los paseos, excursiones y actividades de
acercamiento al mundo natural propuestas por la dirección de este singular
hotel, o la experiencia con elementos como el fuego, mientras nos calentamos o
cocinamos, con la tierra, a través del cultivo voluntario de una pequeña huerta
que sirve para recolectar y comer lo recogido, etc, son algunas de las
cuestiones presentes en este lugar.
Hay que decir también que otros
de los principales objetivos de este hermoso y minimalista hotel es la
desconexión, la paz, la calma natural de espacios naturales. Para ello hemos de
informar que en este hotel no hay televisión, ni wifi y la calefacción es
natural mediante fuego reconducido por conductos que cruzan los suelos.
Si existen otras comodidades como
puede ser la luz eléctrica, obtenida de manera natural a través de paneles, el
agua caliente o el própio agua que llega hasta los grifos, lo hace desde una
fuente natural.
El propio nombre de cada casa
puede aportarnos una pista sobre la idiosincrasia de cada una de ellas. De este
modo podemos optar a disfrutar de habitaciones únicas, donde predomina lo
sensorial. Habitaciones con nombres como “La Casa Flotante”, “La Habitación
Solar”, “La Habitación oriental”, “El Barco” o
“La Masía.”
Como vemos el Hotel Mar de la
Carrasa requiere un perfil muy determinado de visitas y estancias. Visitarlo
con niños, por ejemplo, puede ser una buena idea, para que puedan ver y
disfrutar de manera directa de la naturaleza y se olviden, quizá, de la tele y
sus series preferidas.
Un lugar único, hermoso donde
prevalece la arquitectura de los sentidos y donde cada sentido es una
experiencia única, distinta y mágica.
No hay comentarios:
Publicar un comentario