¿Disfrutas con los parajes
naturales? ¿Te gustaría alojarte en un lugar único y distinto? ¿Unos lugares y
unos espacios en una cala desierta tal y como hacían hace siglos? ¿Buscas una
comunión directa entre la naturaleza y el ser? Entonces, es posible que estés
buscando algo muy parecido al alojamiento que ofrece Casas Karen.
Localizadas en un lugar único,
singular y natural, en un rinconcito llamado Caños de Meca, en la llamada Costa
de la Luz, provincia de Cádiz, podemos descubrir entre espesa vegetación una
serie de cabañas que pretenden emular, en cuanto a su forma como a su
idiosincrasia, las casas que existìan en el S. XVIII en el lugar.
Asistimos, por lo tanto a una
recreación en cuanto a formas y modelos de alojamiento de un pasado más o menos
lejano, imbricado en plena naturaleza y con una filosofía propia y muy marcada.
Todo es artesanal en Casas Karen
y todo está labrado a mano, con materiales naturales y en base a la
documentación obtenida tras diversas investigaciones. De este modo nos
encontramos que las cabañas, amplias y con un amplio tejado de cañas, están
construidas con paja, adobe, cuerdas, madera y distintos elementos naturales
del entorno, emulando las antiguas construcciones.
Por otro lado, pese a la enorme
labor de ambientación y de construcción, este singular hotel formado por una
docena de cabañas, no se ha olvidado del confort, de la comodidad y de
necesidades como la creación de un baño en cada cabaña, la existencia de luz
eléctrica o unas confortables camas que nos ayudarán a un reconfortante
descanso.
A parte de la originalidad y de
la filosofía de alojamiento de este tipo de espacios, otro importante valor
añadido de Casas Karen son sus magníficas vistas y su aislamiento, su
tranquilidad, su paz y su sosiego.
Las casas están en plena playa.
Asomadas al espejo del Oceano Mediterráneo cada cabaña es un lugar mágico,
hermoso, único y diferenciado del resto. Son momentos de paz, de tranquilidad y
de aislamiento donde solo el sonido del mar y el canto de las aves pueden
recordarnos que el paraíso existe y nosotros estamos en él.
Es una filosofía vinculada con la
tierra, con las costumbres de las gentes antiguas, su forma de vivir y sentir a
través de los espacios y los lugares, los mismos que existieron hace cuatro
siglos.
En este lugar, además de
descansar, de aislarnos y sentir la plenitud de un mar en nuestra puerta,
también se pueden realizar distintas actividades vinculadas con el mar o con la
naturaleza.
La luminosidad del entorno es
también un elemento a tener en consideración, a través de un clima cálido y
benigno, podremos disfrutar las 24 horas del día sin temor a la lluvia o frío.
No cabe duda que la propuesta de
Casas Karen es una apuesta por lo ecológico, lo respetuoso por el medio
ambiente y por el valor y el respeto de cuanto nos rodea. Lo emotivo, lo
intenso no solo acaece en este lugar por su preciosismo o sus cuidadas
ambientaciones, sino que lo verdaderamente hondo y duradero serán las emociones
que partan con nosotros el día que termine nuestra estancia en este paraíso de
aguay sentimientos.
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